Ansiedad en el examen.

Quizá para los que no hayan tenido problemas en los exámenes y les haya ido bien, no entiendan que para los que sufren ansiedad en los exámenes, cada uno de ellos se convierte en una prueba muy dura. En muchos casos, aun después de estudiar días y días, se llega al examen y los nervios nos juegan una mala pasada, haciendo que nos quedemos en blanco.

No sería pues, la primera persona que después de varios intentos ha abandonado la carrera con la autoestima herida.

Es normal, que cuando empiezan los exámenes, aparezcan inseguridades, ansiedad, miedos, estrés, bloqueos mentales, etc. Cada examen es una prueba que debemos superar, y nos presionamos a nosotros mismos para hacerlo, ya sea porque no queremos repetir, pagar más, estar más tiempo, parecer que no trabajamos, ineficaces... Y a veces, nos presionamos demasiado sin tener en cuenta que nuestro cuerpo nos está pidiendo un descanso.



Cuando pasa esto, y nos vemos afectados por la ansiedad lo que debemos hacer es tomar ciertas medidas que nos ayudarán a controlarla. Pero antes que nada, hay que entender que para un examen, se necesita un cierto grado de ansiedad y de estrés (siempre será una prueba), únicamente la suficiente ansiedad para que nuestras cualidades estés totalmente despiertas y activadas y que el examen salga lo mejor posible. Como decía Aristóteles: La virtud se encuentra en el término medio.


Algunos consejos y trucos para controlar la ansiedad en los exámenes.

1º- Si estás en un examen, y te sientes muy ansioso, respira profundamente 3 veces. Siempre tiene que durar más las espiraciones que las inspiraciones. Puedes repetirlo varias veces y cada vez que espires intenta relajar los músculos.  MÁS PARA SABER SOBRE LA RESPIRACIÓN, PINCHA.

2º- Cada noche, en época de estudio y exámenes, acuéstate con un ejercicio de relajación. Existen muchas relajaciones guiadas, pongo por ejemplo la relajación del Doctor Escudero ENLACE. Si practicas estos ejercicios de relajación será más fácil que te relajes y que en el momento te veas nervioso, te puedas calmar rápidamente.

3º- Relativiza. En algunos casos, si miramos en el fondo de nuestras motivaciones podemos encontrar razones que si las analizamos desde fuera, podemos ver que son menos importantes de lo que son realmente, aunque no nos lo parezcan. ¿qué pasa si suspendes? Va a acabarse el mundo? te vas a morir? se va a morir algún familiar? vas a perder salud? (de hecho el estrés te quita salud) te van a querer menos tus familiares o tus amigos? ... Como ves, aun suspendiendo, no va a cambiar lo verdaderamente importante de la vida. Las demás cosas son secundarias.

4º- Un truco... No existen trucos para aprobar y para no ponerse nervioso, pero personalmente, cuando iba a un examen y antes de empezar siempre me repetía: bueno, estoy suspendido, ahora voy a ver si puedo aprobar... pero ya estoy suspendido". Esto lo hacía para eliminar el miedo a el qué pasará si no apruebo... ya estaba suspendido y ahora afrontaba el reto de otra manera.

5º- Es bueno planificarte el tiempo en las épocas de estudio. Ten tiempo para hacer ejercicio y tiempo para hacer lo que quieras.

6º- Apruebes o suspendas date un premio. Tu felicidad no debe depender de unas notas. Estate contento contigo mismo por el trabajo realizado... la próxima vez lo hará mejor.

7º- Tenemos miedo a equivocarnos, pero ¿por qué nos tomamos tan mal nuestras equivocaciones? Piensa en tu novia o novio, en tu hijo o hija o en cualquier ser querido. Si se equivocara seguro que no se lo reprocharías ni la mitad de lo que te lo reprochas a ti mismo. Todo el mundo se equivoca. Te equivocas tú, tus padres, tus hijos, el profesor, el jefe, el presidente del gobierno o el Papa. Equivocarse es humano.

En fin, espero que estos pequeños trucos y consejos os ayuden a aprobar y a que esteis más tranquilos.

La sociedad enferma.

Trabaja, compra, consume y muere.
Muchos de los casos de ansiedad se producen a causa de las presiones externas. El conseguir un buen trabajo, el aprobar exámenes con cientos de problemas a resolver, la amenaza de colapso económico, la degradación ambiental y su influencia tóxica, las presiones laborales, los imprevistos en la salud de los seres queridos, el individualismo promovido por la publicidad, el egoísmo creciente de una civilización que nos hace creer que se es más feliz cuando más consumimos, el trabaja y produce y cada vez produce más, el pagar una casa o que tu hija no pueda hacerlo, etc, etc, etc.

Sé que escribo a modo personal y pienso que existe un error a la hora de afrontar tanto la ansiedad como la depresión. Me explico: cuando sufrimos un ataque de ansiedad, tenemos una crisis, nos falta el aire, estamos mareados, sin apenas ganas de vivir, etc... acudimos a un psicólogo (o a la religión) para que nos ayude o nos cure. Pero más que curarnos, lo que hace es ayudarnos a amoldarnos a una sociedad ya de por sí enferma. De hecho, algunos psicólogos consideras que estas bien cuando puedes trabajar y producir.




El plantamiento pues debería ser al revés. Si cada vez son más los casos desesperados, si la depresión es la enfermedad de los países desarrollados, si la ansiedad reina en la vida de miles y millones de personas, quizá sea el momento de pensar que el problema no es tanto nuestro como de una sociedad enferma. Una sociedad injusta, insensible y que permite la desaparición de los espacios naturales y que permite que la gente muera de hambre.

No está enfermo el que sufre ansiedad o depresión, eso es solo una reacción de autodefensa, quien está enferma es la sociedad.

La ansiedad y la culpa.

Si queremos hacer frente a la ansiedad, debemos entender nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y como reaccionamos a estos.
El miedo no es el único sentimiento que nos produce ansiedad, también la culpa es un sentimiento paralizador y que genera nerviosismo.

La culpa es un sentimiento típico judeocristiano y ha sido desarrollado por esta religión como modo de presión, de autoridad sobre las personas. Así que no hay que subestimar ese sentimiento, es muy poderoso. Se produce cuando hacemos algo que no "debemos" hacer. Y pongo "debemos" entre comillas porque es el mandato de una autoridad como la presión social, familiar, amistad, pareja, trabajo, religión  o la simple costumbre la que nos fuerza a realizar o, por lo menos intentar, cambiar la realidad.


Entre los casos de culpabilidad, son aquellos en que se aceptan los roles sociales, los más difíciles de diferenciar. Por ejemplo, en la sociedad machista en que vivimos, el hombre debe ser el mayor sustentador de la familia, un hombre que debe ser duro y en cierta manera insensible, y esto es aceptado por la mayoría de las personas. En el momento en que el hombre no consigue el trabajo principal o, simplemente no trabaja, puede llegar a sentir culpa por no llegar a ser lo que "debería" ... eso es un rol social. Lo mismo sucede con las mujeres, su rol social es ser ama de casa, la madre que deja su carrera profesional por cuidar a sus niños, fiel y servicial. Si la mujer piensa que el estilo de vida servicial y monótono no le va, seguramente deberá afrontar la culpa.

El problema se incrementa porque estos roles los aprendemos desde pequeños, los hacemos nuestros y pensamos que son normales y nos imaginamos siendo buenas madres y amas de casa u hombres trabajadores sustentadores, nos identificamos con estos roles sociales. Y sin darnos cuenta, estamos plantando las semillas de nuestro conflicto interno. Por una parte podemos desear una cosa, pero la costumbre nos dicta otra... por una parte el papel que debemos cumplir es uno, pero la vida nos lleva hacia el otro. Este es un conflicto difícil de resolver y que nos generará ansiedad y depresión. Es la lucha entre nosotros mismos. Entenderte es la mejor solución a estos problemas.

Desprenderse de los roles y no tener unos conceptos de vida tan fijos y encasillados nos permitirá eliminar la culpa y si te equivocas, no tiene porqué sentirte mal, se equivoca el jefe, el padre y la madre, el político y el Papa. ¿por qué no te puedes equivocar tú también?

Un remedio Chino para el ataque de pánico.



Cuando se produce la crisis de ansiedad, y se produce de forma súbita que no puedes tumbarte o relajarte, un remedio rápido que viene de la antigua China (desde hace 4000 años)  nos dice que estornudando cortamos con la cadena de síntomas que nos producen el ataque de pánico.

Con la salida violenta del aire (al estornudar) , se desbloquea y se deja salir la energía negativa que se acumula, liberándose de la tensión acumulada por los pensamientos que nos producen la ansiedad. También para la depresión.

Cuando el ataque de pánico, crisis de ansiedad o estrés cuando se prolonga en el tiempo, lo que se produce es un corte de sangre oxigenada al cerebro, es cuando viene la inestabilidad, estornudar rompe con la respiración superflua y la hiperventilación.

Una forma de producirse un estornudo es coger una pluma para hacerse cosquillas en la nariz y conseguir el estornudo.

Agripalma... un remedio natural y casero para la ansiedad.

Hay muchas plantas que por sus propiedades sedantes y relajantes podemos utilizar para reducir la ansiedad: valeriana, azahar, tila, etc... pero podemos utilizar otra planta no tan conocida pero realmente muy efectiva: La agripalma.

Esta planta es un remedio natural que podemos utilizar para calmar los nervios, suele recetarse para mantener los nervios  y las palpitaciones a raya ya que es antiespasmódico y sedantes. Además, es una planta que favorece la relajación y no el sueño, esto quiere decir que puedes conducir o realizar cualquier otra actividad de tu vida diaria sin preocuparte por la somnolencia.

Cuando sientas que te pones nervioso, ansioso o te entra un ataque de pánico, puedes echar mano de una infusión con media cucharadita de agripalma y otra de tila por taza de agua hirviendo.

No se aconseja tomar por embarazadas o mujeres con reglas abundantes.

Un truco para superar la ansiedad.

Este truco para superar la ansiedad es descrito por el PNL ( Programación Neuro Lingüística ). Veamos:



La ansiedad es un miedo, una huida a una situación, una situación que puede producirnos una reacción desagradable. Por tanto, huimos no realmente de una situación, sino de una respuesta, de un sentimiento que escondemos y no queremos que salga a flote y nos moleste. Ese sentimiento lo escondemos y escondemos y por tanto producimos un conflicto interno.

El PNL propone que en nuestra intimidad imaginemos en una mesa redonda las diferentes partes de nuestra personalidad ( a veces somos benevolentes, otras veces egoístas, otras veces nos comportamos de manera infantil, otra de forma paternalista, y otras...) . Una de esas partes será la Ansiedad. Pues todas las partes, en una mesa redonda, le darán la palabra a la parte de la ansiedad y esta dirá todo aquello que le preocupa, sin justificarla, sin censurarla o juzgarla.

Esta será una manera de que aflore ese sentimiento que nos produce ansiedad sin que nos afecte, nosotros somos todas las partes, no solo la ansiedad. Además este truco también nos puede servir para eliminar otros estados de ánimos dañinos, como por ejemplo la depresión.

Ansiedad por la comida: 2ª parte los dulces.

Ya vimos un remedio natural para la ansiedad producida por la comida (enlace), por el ansia de comer de manera compulsiva. Y de todos los tipos de comida siempre serán los dulces los alimentos que más comemos.


La creencia según la psicología oficial es que comer de manera compulsiva es un modo de suplir una carencia o inseguridad que nos produce estrés. Es un modo de enfrentarse a situaciones consideradas desagradables. Y se piensa que las comidas dulces y, el gusto exagerado por lo dulce esta relacionado con la primera infancia, un modo de recordar la lactancia materna, su seguridad y su cariño (la leche materna es el primer alimento con cierto sabor dulce).

Pero aparte de las razones psicológicas, hay otro tipo de razón aun más fuerte. Se sabe que el azúcar, sobre todo el refinado y blanco, es muy dañino y que nuestro cuerpo reacciona produciendo endorfina, hormonas que nos producen placer. De hecho algunos médicos catalogan este tipo de azúcar como una droga y, como cualquier tipo de droga, cuando se prescinde de ella se notan los síntomas físicos y psicológicos (entre ellos la ansiedad y depresión), como si se dejara el tabaco o el alcohol. Sino te lo crees haz la prueba, después de un par de días comiendo bastantes alimentos azucarados estate un día sin comer nada de azúcar. Verás como tu estado de ánimo es todo un vaivén, y puedes pasar  de un ánimo depresivo a otro irritado y ansioso. Al día siguiente se te habrá pasado.

Por último, no hay que olvidar que el azúcar no aporta nutrientes y en cambio nos produce problemas de salud como: descalcificación de huesos, acidificación de la sangre, caries, problemas de diabetes, etc...